Raza rústica y resistente, perfectamente adaptada a las dehesas de Salamanca, de la que es uno de sus emblemas, y en general a la Meseta Central, donde aprovecha de forma eficiente pastizales, rastrojeras, matorrales, ramón de poda y bellotas.

De carácter vivo, se adorna con dos tipologías de capas diferentes, la cárdena y la negra uniforme, que actualmente cuenta con menor número de ejemplares que la primera.

Tradicionalmente servía como animal de trabajo en tareas de transporte y labranza, y también se utilizaba en encierros de fiestas populares e incluso como animal de lidia. Actualmente es muy valorada por su producción de carne de calidad, diferenciada con la figura de Indicación Geográfica Protegida Carne de Salamanca.

En el momento actual su población está integrada por unas 15.000 hembras reproductoras.